jueves, 29 de agosto de 2013

COLECHO “La mejor manera de experimentar una relación cálida, íntima y prolongada con los Padres”

Es posible que algunos de nuestros lectores nunca hayan escuchado esta palabra, de hecho, no está reconocida por el Diccionario de la Real Lengua Española.  De lo que si pueden estar seguros es de su importancia en el afianzamiento y desarrollo del vínculo afectivo.

¿QUÉ ES COLECHO?

Se puede definir “Colecho” como la práctica de dormir con los hijos, ya sea compartiendo la cama con ellos o juntando la cuna u otra cama a la cama de los padres. Es un acto llevado a cabo por millones de parejas todas las noches, es una actividad realizada por la mayoría de niños de todas las culturas del mundo, aunque pocas veces comentada. 
La teoría del apego afirma que el vínculo emocional que desarrolla el bebé con sus padres o cuidadores es el que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. Si aceptamos como válida ésta teoría y aceptamos que el contacto continuo con el bebé, sus cuidados y la sensibilidad a sus demandas deben estar presentes en el modelo de crianza que hemos escogido, entonces es inevitable aceptar el colecho como práctica de crianza para dar respuesta a las necesidades afectivas de nuestro bebé.

Y...  ¿POR QUÉ ES TAN MAL VISTO EL COLECHO EN NUESTRA SOCIEDAD?

Son muchas las familias que piensan que colechar es malo, las voces críticas argumentan que los niños “no saldrán nunca de la cama de los padres”, “que serán excesivamente dependientes”, “que al dormir con sus progenitores pueden morir aplastados o peor aún asfixiados”, “que el sentir tan cerca a la madre ocasionará múltiples despertares y demasiadas tomas de leche materna”,  “que la vida íntima de los padres se verá seriamente afectada”, etc, etc, etc. En pocas palabras los niños se malcriarán y los padres sufrirán; Pero son solamente mitos y falsas creencias, ya entenderemos porqué.   Los niños llegan a ser autónomos solo cuando sus habilidades y capacidades se lo permiten, un ser que no sabe ni darse la vuelta por sí mismo, ni rascarse, ni expresar verbalmente hechos o ideas difícilmente puede ser autónomo. Cuando por edad se han adquirido habilidades de locomoción autónoma, y capacidad de expresión verbal es cuando progresiva y paulatinamente los niños pueden ir sintiéndose capaces de dormir solos, además debemos saber que es improbable que aplastemos o asfixiemos a nuestros hijos, ya que aunque estemos dormidos, tenemos un sexto sentido o mecanismo que nos permite responder a las necesidades del bebé, incluso en los estadios más profundos del sueño el cual impedirá que le hagamos daño siempre y cuando se sigan unas recomendaciones de seguridad que analizaremos más adelante. Por otra parte la cercanía con el bebé provoca que la madre segregue oxitocina, hormona que favorece la producción de leche materna, facilitando la lactancia a demanda y otorgando los nutrientes que el bebé requiere, en cuanto a la intimidad de pareja no debería ser un problema ya que la relación sexual se puede practicar en cualquier otro momento y lugar de la casa sin tener que abandonar nuestras costumbres íntimas.

Recordemos que el bebé cuando nace es absolutamente dependiente, necesita de los cuidados amorosos de un adulto para sobrevivir. Los bebés vienen equipados con una serie de conductas instintivas de apego que se activan para obtener cercanía y proximidad. Conductas de apego que se ponen en marcha no solo de día sino también de noche. El llanto es fundamentalmente la llamada para mantener el contacto. COMPARTIR LA CAMA  es dar respuesta a esa necesidad de contacto y es de lo más cómodo para los padres que no necesitan ni llegar a despertarse del todo para atender a su hijo.

¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DEL COLECHO?

Está comprobado que el colecho promueve los vínculos padres e hijo, regula los patrones de sueño de la madre y su bebé; juega un papel muy importante al ayudar a los padres a ser más sensibles a las necesidades de su bebé, y les da a ambos la oportunidad de un buen descanso.

  1. Los lactantes que comparten lecho con sus madres maman con más frecuencia.
  2. La lactancia materna aporta protección inmunitaria extra entre los 3 y los 6 meses cuando el sistema inmunológico del bebé está en su momento más sensible y el riesgo de muerte súbita es mayor.
  3. La prolactina aumenta durante las tomas nocturnas lo cual estimula la producción de leche.
  4. Los bebes que duermen con sus madres muestran esquemas de sueño REM (o movimiento rápido de ojos) durante la succión, lo cual es bueno.
  5. La sensibilidad de la madre hacia el hijo se incrementa durante el sueño REM, en el sueño No REM la cantidad de oxígeno en la sangre y la sensibilidad al estímulo de respiración disminuyen. El sueño REM o sueño de onda rápida, con movimiento rápido de los ojos y con ensoñación  Baja el tono muscular y aumenta la relajación.
  6. La succión mejora la cantidad de oxígeno en la sangre de los bebes prematuros.
  7. Hay mayor desarrollo cardio-respiratorio  en los bebés que están más tiempo y en contacto con el pecho de su madre.
  8. El colecho favorece la regulación de la temperatura corporal en la noche. Los bebes cuando nacen no regulan su temperatura corporal, en el día sus padres los visten según el clima, pero en la noche el calor de sus padres los mantiene estables. Por eso no es conveniente tapar excesivamente al bebé que duerme acompañado.
  9. Hay armonía en el ritmo respiratorio; El bebé se acostumbra al ritmo de la respiración de la madre en el útero. Después del nacimiento, la madre continúa funcionando como un marcapasos de respiración, recordando al bebé que debe respirar.
  10. La lactancia materna protege al bebé frente al síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL), estudios han señalado que las diferentes tomas en la noche sincronizan el ritmo cardiaco,  los movimientos respiratorios y musculares entre madre e hijo, tal retroalimentación biológica entre los dos influye sobre el otro a tal punto que los bebes aprenden a dormir sin peligro y se reduce la vulnerabilidad frente al síndrome de la muerte súbita.
Por otra parte se ha descubierto que las madres que duermen con sus hijos y pasan la noche frente a frente crean una atmósfera de CO2 en la cara de los bebes, siendo esto beneficioso pues cambia y adapta el medio interno y activa el cerebro para que ellos respiren.

RECOMENDACIONES PARA PRACTICAR UN COLECHO SEGURO
  1. Que los padres fumadores no compartan la cama con un bebé.
  2. Que tampoco lo hagan los padres que tomen medicamentos tales como somníferos, drogas o alcohol.
  3. Los progenitores con obesidad mórbida no deben compartir la cama con el bebé.
  4. No utilizar edredones demasiado pesados ni con lazos o pliegues.
  5. No poner al bebé entre cojines.
  6. No colechar en un sofá.
  7. Si la cuna se pega a la cama, tapar todos los posibles orificios por donde el bebé se pueda caer o quedar atrapado.
  8. No colocar almohadas en la cabecera de la cama que puedan asfixiar al bebé.
  9. Se recomienda dejar la ventana o la puerta abierta para que el ambiente de la habitación no se vicie.

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