sábado, 28 de septiembre de 2013

"THE CHILDFREE LIFE" ¿Crees que tener hijos es un medio para alcanzar la felicidad?


La decisión de no tener hijos parecería ser cada vez más frecuente en nuestra sociedad. En Estados Unidos y en Europa las personas priorizan su carrera y su vida personal y retardan lo más posible la paternidad hasta finalmente desecharla.
La revista Time abordó esta temática desde su portada “THE CHILDFREE LIFE”, asegurando que hoy en día las mujeres que eligen no ser madres ya no son más miradas de reojo por tomar esa decisión, tal como sucedía en épocas pasadas. “Estas mujeres están inventando un nuevo arquetipo femenino, según el cual tenerlo todo no requiere necesariamente tener un bebé”, asegura esa publicación.
Pero no solo las mujeres eligen no tener hijos. Muchos hombres también se pliegan a esa decisión y buscan una pareja que tenga ese mismo ideal para poder compartir la vida sin ninguna limitación y no cargar con la responsabilidad que implica la crianza de un hijo. 

“Dinky” es un término que surgió en los 80 y que proviene de la sigla inglesa para double-income; no kids (sueldo doble sin hijos). Así se denomina a las personas que no quieren ser padres para poder dedicarse exclusivamente a sus carreras laborales y a su vida personal. Algunos atribuyen esta decisión a diversos motivos, como su incapacidad económica, la sobrepoblación mundial o la dura realidad del mundo en la que deberá vivir ese niño. Los críticos de estas personas aseguran que son seres egoístas y hedonistas, que dejan de lado los valores de la familia y se dedican sólo al consumismo.

Hay parejas que directamente consensúan no tener hijos y ponen toda la libido en el consumo, los viajes y el desarrollo personal y profesional. A veces, comparten una actividad o una pasión, como el cine. Prefieren tener su libertad plena y no estar atados a nada ni a nadie

“Hay personas que hacen cálculos de lo que cuesta criar un hijo y ese dinero lo vuelcan a ellos mismos. A veces tienen una mascota, pero no quieren apegarse a otra persona. Por lo general, forman una pareja simbiótica con la que hacen todo y tienen temor a despegarse. 

Los motivos que pueden llevar a una persona a renunciar para siempre a la paternidad o a la maternidad pueden ser muy variados, aunque por lo general se desprenden de las malas experiencias que tuvieron en su infancia o de los miedos que los invaden de no ser un buen padre. “En todo el mundo ésta tendencia va en aumento. Mucha gente siente que no puede compatibilizar trabajo, carrera e hijos. El problema de estas parejas es que a veces se separan y les cuesta encontrar a alguien que tenga la misma sintonía. Otras veces la relación se termina porque uno de los miembros cambia de idea y se replantea esa decisión. Y cuando no puede convencer al otro, llega la ruptura. La tendencia se da por igual en hombres y mujeres. En Estados Unidos y en Europa esto es aún muchísimo más común. Si eligen tener hijos, tienen uno solo y en promedio a edades muy avanzadas”.

Hay quienes piensan que traer hijos a este mundo es egoísta y cruel. “Todos los días las noticias nos muestran casos de bullying y trastornos en niños pequeños. La niñez no es esa historia feliz que uno escuchó de sus padres. Vivimos en un mundo violento y traer más niños cuando hay miles que mueren de hambre puede parecer egoísta”. “Internet y los medios masivos de comunicación hacen que sea cada vez más difícil evitar que los chicos estén expuestos a temas como el sexo o la violencia, que en nuestra infancia eran exclusivos de adultos. Por otro lado, tratar de no exponerlos a eso es dejarlos afuera de la comunidad de sus pares. Entonces, ¿cómo los preparamos para lidiar con temas que a nosotros como adultos nos superan? Es muy difícil pensar cómo educarlos sin meterlos en una burbuja para conservar la inocencia de la infancia y que después no estén preparados para enfrentar a este mundo, Por otra parte existe otro motivo para no desear tener hijos y es lo económico. “Puede sonar frío y crudo, pero tener hijos es caro y, para poder darles lo mejor, los padres tienen que trabajar todo el día. Entonces, ¿quién educa a los hijos, quién les inculca los valores cuando los padres tienen que trabajar todo el día para mantenerlos? La escuela pública no es muy apetecida para confiar la educación de los hijos, y la privada es un lujo que cada vez menos gente puede darse”. 
EL TEMA AÚN ESTÁ EN DEBATE

No hay comentarios.:

Publicar un comentario